Unos 135 millones de dólares cuesta la casa más cara del mundo, propiedad del príncipe saudí Bandar bin Sultan, quien puso a la venta esta propiedad con dimensiones superiores a la Casa Blanca.
La mansión está construida sobre un terreno de unas 38 hectáreas y en la vivienda se encuentran 15 habitaciones, 16 baños, una sala para juegos infantiles, salón de belleza, piscina, campos de tenis y un aula dedicada a la práctica del esquí bajo techo.
Las puertas no están abiertas para todos los compradores, quienes son bienvenidos luego de ser sometidos a un análisis de sus reales posibilidades de adquirir la vivienda.
De hecho, sólo 11 personas han visitado la morada del príncipe, de las casi mil solicitudes presentadas, según informó el diario estadounidense New York Times, que recordó las acusaciones que pesan contra el príncipe por el caso de corrupción de BAE Systems.
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